Cobre, auténtico y contemporáneo
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El cobre se destaca por su tonalidad y lo hace ver elegante y aplicado en el diseño de interiores da un aspecto de lujo y toque de distinción, rompiendo así la preponderancia ejercida en los últimos años por los tonos fríos de otros acabados.
Con su incorporación como metal noble y moderno, los espacios se visten de un estilo individual impregnado de calidez, resaltando una estética particular.
Es de destacar que el cobre es un antibacteriano de forma natural, 100% reciclable y duradero, por lo que su uso cumple con todos los requisitos de sostenibilidad.
A pesar de que las tendencias son rápidas, constantes y cambiantes, no son los suficiente para que nos olvidemos de este metal en el diseño de interiores.
El cobre es perfecto para darle un toque de brillo y hacer que destaquen otros objetos, por ejemplo con lámparas en una sala, se puede destacar el sofá, sillones y muebles y se adapta tanto a una decoración moderna como clásica. Se recomienda utilizar estos accesorios de cobre en lugares estratégicos, para que el brillo se acentúe en el resto de los objetos de la habitación.
Al ser un metal equilibrado, su uso puede combinarse en ambientes tanto masculinos como femeninos, pues con un sólo toque aporta una elegancia.
El cobre armoniza con los blancos y si se combina con colores como rosa pálido o verde menta tendremos espacios llenos de frescura, luminosidad y calma. Para crear una atmósfera más atrevida se recomienda utilizar verdes oscuros y turquesas.
El cobre tiene diferentes tonalidades en su acabado, aunque siempre con un componente cálido, encaja en la mayoría de los ambientes.